viernes, 28 de marzo de 2014

El alcoholismo en la pareja


“Mi vida en pareja fue “un dulce amargo”. Aún recuerdo con claridad todos aquellos momentos de viajes, reuniones, fiestas  en donde la copa llegaba a ser su prioridad. Aquel hombre a quien amaba mucho, admiraba y reíamos se transformaba por completo. Era un total desconocido para mí: agresivo, macho, necio, prepotente. En dos palabras –mala copa-.

Mi esposo, compañero de vida, confidente, padre de mi hijo estaba bebiendo mucho. Era un alcohólico y no quería parar. Había hecho todo lo que estaba a mi alcance para lograr que dejara de beber. Nada funcionaba. Nada.

Después de una ronda más de promesas, perdón y luego promesas rotas, me di cuenta que tenía una fuerte enfermedad emocional y física, alcoholismo. Mi vida era totalmente ingobernable, me convertí dependiente a él. Fue ahí cuando yo también necesitaba ayuda, estaba atrapada, encerrada en mi papel de víctima.”

El alcoholismo dentro de la pareja es una realidad. Hay que señalar que se trata de 2 enfermos: el alcohólico y el codepediente. Esto retroalimenta una relación destructiva, enferma y emocionalmente dependiente.

Para entender este tipo de relación es importante definir dos términos:

a) Alcoholismo: Un patrón desadaptativo de abuso de alcohol que lleva a un deterioro o malestar clínicamente significativos, manifestado por uno o más de las siguientes características, durante un período de 12 meses.

  • Incumplimiento de obligaciones, ausencias repetidas en el trabajo al igual que descuido de los hijos o de las obligaciones en el hogar.
  • Consumo recurrente del alcohol en situaciones físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil)
  • Problemas legales repetidos relacionados con el alcohol (arrestos por comportamiento escandaloso, peleas)
  • Problemas sociales continuos o problemas interpersonales causados por los efectos del alcohol (discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación, o violencia física)

b) Codependencia: Condición psicológica basada en la ingobernabilidad de la propia vida volcando el control sobre la vida de los demás. Baja autoestima, dependencia al otro  y miedo.


¡Yo lo puedo ayudar!


Durante muchos años te has dedicado a ser la salvadora de tu pareja. Sufrir, llorar, aguantar y tolerar no es algo nuevo en tu vida. Por desgracia hiciste tu elección de pareja de forma totalmente inconsciente a partir de heridas emocionales infantiles (abandono, baja autoestima, necesidad de aprobación y falta de reconocimiento). Justamente con él, logras el enganche perfecto de lo que estas en “falta”.


El codependiente


Las parejas de alcohólicos son personas fuertes pero también codependientes  (dependientes emocionales) de la forma de beber de su pareja. ¿Te suena familiar?
Si alguien necesita algo, consideras esa tu responsabilidad. Si alguien tiene un sentimiento, sientes que debes de analizarlo por él o por ella. Si alguien tiene un problema, lo consideras tuyo y lo debes de resolver. No sabes decir NO. Pasas la mayor parte del tiempo tratando de proteger y controlar la bebida de tu esposo, dejando que te controle y sintiéndote confundida por todo.


Todo para qué


Siempre estuviste dispuesta a rescatar a tu pareja. ¿No se supone que debemos de ser perfectos? ¿No debemos seguir esforzándonos sin importar cuánto duela? ¿No nos corresponde detenerlos y dirigirlos bien? Le prestaste dinero, le pagaste sus cuentas, le hablaste al jefe para justificar porque no fue a trabajar. Accidentes, choques, cuentas sin pagar, olvido de responsabilidades. Siempre ¡justificaciones y más justificaciones!


Problema generacional


¿Es común observar generaciones familiares de alcoholismo? Incomprensible entender cómo un hijo al vivir tanto dolor con un papá  alcoholizado sigue el mismo patrón de adulto.
Los hijos de adictos dependen de la fantasía de que pueden escapar del dolor de sus familias adictas a través de volcarse en alcohol. Otros miembros de la familia creen en la idea de que pueden eliminar el dolor de su infancia si consiguen una pareja adicta y logran que deje de beber.

Lo conocido es lo deseado


Reamente no entiendes cómo es que escogiste una pareja violenta ya que desde niña te juraste a ti un destino diferente al de tu madre. Pasan los años y ¡caes en lo mismo que ella! Lamentablemente guardas muchas heridas emocionales y estas características que viste en tu padre, que aunque te lastimaban, fue como aprendiste a convivir con tu primera figura de identificación. Es común que repitas patrones con tus futuras parejas ya que lo conocido para ti es lo seguro, sabes cómo lidiar con ese tipo de hombres.


¡Hablamos el mismo idioma!


Así se forma un ciclo generacional de adicción. Los miembros de la familia han aprendido el idioma del padecimiento; cuando es tiempo de formar una relación fuera de la familia, buscan a personas que hablen su mismo idioma. Esta búsqueda selectiva es a nivel emocional, inconsciente. Si te preguntas de forma frustrada: “¿Por qué sigo relacionándome con alcohólicos?”, la respuesta es: “Hablan el mismo idioma”.


¿Hasta dónde aguantar?


¿Ha jurado una y otra vez que cambiará por ti? ¿Cuántos perdones has escuchado? ¿Justificaciones? Debes entender que si estás conviviendo con una pareja alcohólica, lo más importante es reconocerlo y asumir que no cambiará jamás por ti. Tu pareja es quien tiene que tomar la determinación de su recuperación. Y tú también necesitas un proceso de tratamiento para comprender tus formas codependientes de relacionarte.




Tratatamiento


  • Alcohólico: Los adictos en recuperación, se centran en “el nosotros” en lugar de centrarse en el poder o en el placer. Se aprende a tener una relación de interdependencia con tu comunidad, su grupo de Alcohólicos Anónimos. Basados en el libro azul de los 12 pasos en dónde dejar de beber es tan solo el comienzo. Se encuentra que el ayudar a otros se ayuda a sí mismo a ser humano. Se basan en el principio “Te doy la vida, te doy la muerte. Elige la vida”. Esto finalmente es de lo que se trata el recuperarse de la adicción, escoger la vida.


  • Codependiente: Para las parejas afectadas por la forma de beber de un ser querido forzosamente  debe asistir a un grupo de Al-Anon y combinarlo con un tratamiento individual de psicoterapia. El papel de ayudar no es hacer cosas por la persona que estas tratando de ayudar; sino ser algo para esta persona; no tratar de controlar o cambiar sus acciones sino mediante la comprensión y el conocimiento  de modificar tus propias acciones: el dominio por el estímulo, el pánico por la serenidad, la inercia de la desesperación por energía el crecimiento para un autoconocimiento.

Las 6 fases de una relación de pareja

La relación de pareja: estabilidad emocional


La terapeuta americana Liberty Kovacs, nos muestra en su libro " Las 6 etapas de la relación de pareja" cómo se desarrollan cada una de las fases de la vida en pareja. En este modelo nos muestra que los problemas de pareja son una parte normal de toda relación y que la fase de enamoramiento no dura eternamente. Pero, ¿cómo hacer frente a todos estos problemas? La clave: luchar por la relación.

¿Una relación de pareja nos da la felicidad?

Existen temporadas en la relación, en las que se siente que todo es perfecto. Pero en ocasiones, tal deleite puede transformarse repentinamente en tristeza tras una discusión, un comentario mal entendido, un gesto mal interpretado o la posición de esa persona frente a determinadas situaciones en determinados momentos. Existen etapas o días en los que una persona se pregunta si realmente es feliz y otras en las que la felicidad es evidente.
 

Una relación de pareja no es una garantía de felicidad, pues nunca se sabe que dirección tomará la relación y en qué momento o de qué manera la pareja cambiará. Sin embargo, una relación siempre es un motivo de felicidad, pues no hay nada que haga más feliz a una persona que amar y sentirse amado.



Las 6 fases de la relación de pareja: primeros sentimientos


1) Enamoramiento: al comienzo, la pareja está tan enamorada que incluso la separación por un par de horas es difícil de soportar. Las dos personas sólo esperan el momento en el que se vuelvan a encontrar y es frecuente la sensación de mariposas en el estómago. Conocer a su familia ayuda a afianzar la relación. En ese momento nada es más importante que el nuevo amor. Este tiempo es considerado como el mejor momento de la pareja, porque nada puede perturbar la felicidad que ambos sienten.
 
2) Expectativas: es natural tener ciertas expectativas sobre la relación de pareja al comienzo. Al buscar pareja, algunas características no son percibidas en la etapa inicial porque el enamoramiento puede nublar un poco la objetividad de las personas. Sin embargo, después de algún tiempo las debilidades de ambos pueden empezar a notarse y es posible sentir un poco de decepción. Se empieza a sentir más preocupación por las propias cosas que por las cosas de la pareja. 
 
3) Pelea por el poder: las dos personas tratan de imponer sus estilos ante la otra e incluso intentan transformarlas de acuerdo a sus propios intereses y conceptos de la pareja perfecta. 
 

La evolución de los sentimientos


4) El difícil séptimo año: en este momento, es frecuente que la relación de pareja sea puesta a prueba. Es muy probable que una de las dos personas se sienta un poco estresada o que el amor que define la relación de pareja se ponga en duda. Posiblemente una de las dos personas percibe que los sentimientos de su pareja han cambiado o disminuido. Las parejas deben superar esta etapa de duda si consideran que mantener la relación es muy importante o si aún consideran que esa persona es la elegida. Y si tienen hijos, deben superarlo con su ayuda.
 
5) Reconciliación: superando el escollo de los siete años, las dos personas se encuentran de nuevo la una a la otra y vuelven a ver en la otra persona aquello que al principio de la relación les hizo enamorarse. Se es un poco más consciente de que la relación de pareja no necesariamente debe llenar todas y cada una de las expectativas que una persona tiene sobre la otra.
 
6) Aceptación: las personas aceptan a sus parejas tal y como son. Estar cerca de la otra persona pero también darle independencia son signos de una buena relación. El tiempo que comparten juntos se disfruta al máximo, pero también se debe aceptar la necesidad del otro de tener cierta libertad y espacio.

jueves, 27 de marzo de 2014

¿Tu pareja es celosa?



                        ¿Se molesta con facilidad
cuando estás con otras personas?


Los celos en la relación de pareja.



¿Son los celos, sinónimo de amor?

Mucha gente tiene esta creencia equivocada.
Es cierto que cuando tenemos una buena relación con nuestra pareja, queremos mantenerla.
Si pensamos que la vamos a perder, nos angustiamos; nos da miedo que esto ocurra.

Pero lo que sucede con una persona celosa es que, constantemente y sin un motivo real, siente que su pareja prefiere a otras personas y que esta perdiendo su amor.

Los celos están basados en situaciones ambiguas o no confirmadas, a las que se les da un significado muy personal y subjetivo.

Los celos pueden tener un aspecto positivo.
Cuando nuestra pareja se siente celosa de vez en cuando, nuestra autoestima puede elevarse.
Nos sentimos queridos, importantes y necesitados.

Además, cuando creemos que nuestra pareja puede estar interesada en otra persona, los celos pueden ayudarnos a recapacitar sobre lo importante que es la relación para nosotros y sobre la necesidad de cuidarla y fortalecerla.

Sin embargo, no es conveniente provocar celos en nuestra pareja para llamar su atención o para sentirnos bien, porque:



  • Causan mucho dolor.
  • Disminuye la autoestima de quien los siente, por lo que puede ser difícil recuperar su confianza.

Lo más triste es que el miedo a perder a la pareja, que es el origen de los celos, se convierte en el resultado de los mismos.


Las diferentes manifestaciones de los celos.

¿Tu pareja puede estar celosa y no demostrarlo con gritos y reclamaciones abiertas.

Algunas de las conductas que pueden indicar que tu pareja está celosa son:

  • Te devalúa o critica constantemente.
  • No confía en ti.
  • Duda de lo que le dices.
  • Trata de controlar tus actividades.
  • Se molesta si sales solo/a o con amigos/as.
  • Te critica por usar cierto tipo de ropa, que considera provocativa o que te hace ver demasiado guapo/a.
  • Se enoja cuando le prestas atención, o cree que se la prestas, a cualquier persona del sexo opuesto.
  • Se enoja si llegas después de la hora fijada por él o ella y te interroga para ver dónde y con quién estabas.
  • Te habla constantemente al celular.
  • Cuando quieres hablar con tu pareja respecto a los temas anteriores, te dice que eres muy ingenuo/a y que cualquiera puede engañarte.


Estas conductas no son exclusivas de una persona celosa, pueden ser también características de alguien muy controlador, sin embargo, si las detectas en tu pareja, o en ti, presta atención a lo que sucede en tu relación y en cada uno de ustedes, para solucionar


los problemas abiertos o encubiertos que se están dando, antes de que tomen mayores proporciones.
Existen una serie de justificaciones que nuestra pareja puede utilizar para disculpar su conducta, pero que nosotros debemos ignorar:

  • Tú me provocas.
  • Podríamos arreglar las cosas si tú actuaras de una manera diferente.
  • Se me va a pasar, dame un poco de tiempo.
  • Lo que sucede es que te quiero demasiado.
  • Eres demasiado guapo/a.
  • Sí confío en ti, pero no confío en los demás.
  • Si me quisieras como yo te quiero, no le darías tanta importancia a mis celos, porque los entenderías.
  • No estoy celoso/a, me molesta la forma en que otras personas te tratan.
  • Eres muy inocente y no te das cuenta de lo que tu conducta provoca.
¿Qué podemos hacer cuando nuestra pareja se muestra constantemente celosa?
Ante los celos, como ante cualquier problema o cambio de conducta, el primer paso es el

La persona que tiene celos, debe aceptar que los tiene, que le es difícil controlarlos y que tiene que trabajar para aprender a manejarlos y a disminuirlos o eliminarlos.
reconocimiento y la aceptación.

¿Pero que podemos hacer nosotros?

¿Podemos ayudarla?

Hay ciertas cosas que lo podemos hacer, pero nosotros no podemos resolver el problema.

La persona que tiene celos, es quien debe responsabilizarse y trabajar para controlarlos y casi siempre con ayuda de un terapeuta. Nosotros no podemos actuar como psicólogos o terapeutas de nuestra pareja, ni siquiera si realmente lo somos. Estamos demasiado involucrados para poder ser objetivos y ser imparciales.

Lo que sí podemos hacer es apoyarla y entender lo que le sucede.

¿Qué hacer?

No trates de que reconozca que los problemas que tienen son debido a sus celos. si se siente atacado/a, va a tratar de defenderse atacándote y van a acabar discutiendo por mil y un motivos, sin llegar a ningún lado.

No trates de aclarar las cosas cuando está muy enojado/a.
Espera a que se tranquilice.

Pregúntale por qué no puede confiar en ti.
Qué pruebas reales, confirmadas por él (o ella), tiene de que lo has engañado.
Explícale cómo te sientes cada vez que te acusa sin razón.

Exprésale tu cariño de una manera clara y abierta, pero no cuando discuten por motivo de sus celos.

No le digas mentiras, para evitar que se ponga celoso/a, cuando no has hecho nada malo.

Analicen si lo que siente es exclusivamente debido a sus celos o si existe algún otro motivo que está siendo canalizado a través de los mismos.
Por ejemplo:
Puede ser que tu pareja se sienta insegura, humillada, etc., porque has progresado en el trabajo, mientras que ella se ha quedado estancada o que esté molesta porque le dedicas tu tiempo libre a los niños y a ella la ignoras.

Entiende sus sentimientos pero establece límites:
No permitas que controle tu vida.
No te vuelvas codependiente.

No pidas lo que tu pareja no puede dar, ni ofrezcas lo que no puedes o no quieres cumplir.
Ten paciencia, los celos son difíciles de controlar y se necesita tiempo para lograrlo.

Fuente http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/celos.html





miércoles, 26 de marzo de 2014

Practicar sexo oral previene el cáncer de mama

Una investigación realizada durante diez años en la Universidad de Carolina del Norte afirma que las mujeres que practican sexo oral disminuyen los riesgos de padecer cáncer de mama. Según la investigación, practicando sexo oral de manera responsable y con los cuidados necesarios para prevenir infecciones de transmisión sexual, las féminas son menos propensas a tener cáncer de mama. En el documento, que publicó el Journal of Medical Research, se constata que el grupo de mujeres que había practicado sexo oral tuvo una tasa de cáncer de mama de 1.9%, mientras que aquellas que no lo tenían con frecuencia registraron una tasa del 10.4 por ciento.El semen contiene vitaminas C y B12, calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, proteínas, sodio y azúcares que permitirían reducir las células cancerosas hasta en un 40%, por lo que los expertos recomiendan practicar el sexo oral con regularidad para aumentar las defensas. El estudio aclara que las mujeres que no practican sexo oral no incrementan sus posibilidades de tener ese tipo de cáncer.

El Sexo puede curar desde un resfriado hasta prevenir el cancer


Descubra las razones más poderosas para tener sexo frecuente. Puede curar desde un resfriado hasta prevenir un cáncer.

Potencia el olfato

Estudios de la British Medical Journal concluyeron que uno de los beneficios más sorprendentes del sexo es que potencia el olfato, gracias a la prolactina, que fomenta el desarrollo de nuevas neuronas del bulbo olfatorio, permitiendo mayor capacidad para percibir los olores.


Buena memoria

Si su pareja de una noche de sexo olvida al día siguiente lo bien que lo pasaron, le está mintiendo. Si bien es cierto que durante el orgasmo ocurre una pequeña pérdida de conciencia, que puede durar de 20 a 104 segundos, dicho tiempo es muy valioso para que la función cerebral descanse y recargue la memoria. Las hormonas liberadas durante el acto sexual tienen otras virtudes, como combatir el estrés, ya que el orgasmo es el principal relajante muscular natural que existe. Y la velocidad máxima a la que viajan las sensaciones eróticas a través de la piel hacia el cerebro es de 230 kilómetros por hora.


Aumenta las defensas

No hay nada mejor para el sistema inmunológico que el sexo, pues con el orgasmo se liberan sustancias que aumentan las defensas, afirma el científico Paul Pearsall. Él descubrió que aumenta la producción de células que combaten virus y bacterias, y también de las que detectan e impiden a tiempo la reproducción desenfrenada de células, lo que caracteriza al cáncer. Durante el sexo hay un intercambio de bacterias, pero esto aumenta el desarrollo de anticuerpos y la actividad del sistema de defensas del organismo.


Besar desinfecta

Durante el beso, unas 40 mil bacterias pasan de una boca a otra, pero la mayoría son inofensivas, y además nuestra saliva contiene sustancias desinfectantes. La ciencia dice que besarse sí es saludable, pues además de ejercitar unos 30 músculos faciales, besar a la pareja con constancia activa la circulación sanguínea y mejora la autoestima. Las personas que lo hacen viven más años y sufren de menos enfermedades.


El gym sexual

El sexo es tan efectivo como el gym. Con 30 minutos de esta actividad se pueden consumir entre 150 y 200 calorías, lo que equivale a correr 15 minutos en el gimnasio o a caminar 25 minutos en ritmo normal. Mejora la fuerza, condición cardiovascular, flexibilidad y equilibrio. Y para las mujeres existe una ventaja adicional, porque al mejorar la circulación sanguínea, la actividad sexual combate la celulitis.


Maravilloso corazón

Como parte del Massachusetts Male Aging Study, los epidemiólogos del New England Research Institute encontraron que los hombres que sostenían relaciones sexuales una vez al mes o menos, tenían un 50% mayor riesgo de enfermedad cardiovascular que los hombres que solamente llevaban esta práctica más de una vez a la semana. Para el corazón, los efectos son maravillosos y lo confirma una investigación en Inglaterra que demostró en un estudio con 100 mujeres de 40 a 70 años que habían sufrido infarto, que el 65% de ellas eran frígidas.


Cero incontencia

Ayuda a controlar la orina, ya que fortalece los músculos pélvicos.
Muchas mujeres tienen problemas para controlar la orina, lo que se conoce como incontinencia, ya sea luego de un parto o por la edad.

Para resolverlo se recomiendan los ejercicios de Kegel, que involucran los mismos músculos que se utilizan cuando se tienen relaciones sexuales.
El sexo mejora además la postura, ya que fortalece los músculos abdominales y los glúteos, que sostienen la espalda.


Analgésico

Los dolores de cabeza son un mal pretexto para no tener sexo, porque tenerlo lo que hace es atenuarlos. Un orgasmo femenino es un poderoso analgésico debido a la liberación de endorfinas.

Antes del orgasmo la oxitocina se eleva hasta cinco veces respecto a su nivel normal, lo que ayuda a la producción de endorfinas, hormonas que alivian cualquier tipo de dolor desde una migraña hasta una artritis.

En el caso de las mujeres, y por el incremento también en la producción de estrógenos, reduce el dolor premenstrual.


Estrés

La producción de oxitocina durante el orgasmo puede reducir los niveles de estrés durante varias horas ya que inhibe la hormona principal del estrés.


Resfriados

Las personas que tienen sexo una o dos veces a la semana, tienen los niveles de inmunoglobulina A (IgA) 30% más altos que las personas que se abstienen. La IgA fortalece su sistema inmunológico.


Cáncer de mama

La excitación y el orgasmo originan la producción de oxitocina y de DHEA, hormonas que se asocian con la reducción de riesgo de cancer de mama.


Estrés e hipertensión

Reduce estrés e hipertensión. Según un estudio de la Universidad del Oeste de Escocia, las endorfinas que se liberan durante el acto ayudan a reducir las hormonas del estrés, además de que presentaban niveles más controlados de presión arterial, lo cual incluso puede ayudar en el tratamiento de la disfunción eréctil.


Longevidad

Un estudio irlandés publicado en el British Medical Journal concluyó que la actividad sexual puede tener un efecto protector sobre la salud, debido a que los hombres que tenían la mayor frecuencia de orgasmos, presentaron hasta 50% menor tasa de mortalidad que los hombres que no eyaculan con frecuencia.

Entrevista al Clítoris

Entrevista al Clítoris



 Por Carlos Francisco Fernández-  asesor médico de El Tiempo

El órgano femenino admite que no es fácil hablar de él. "Soy el más estigmatizado y perseguido".
Contrario a lo esperado, no fue difícil contactar al clítoris para esta entrevista. Bastó una llamada y una invitación a sentarse en el banquillo de los órganos para que aceptara. “Y eso –dice este órgano eminentemente femenino- que no estoy acostumbrado a que los periodistas me busquen… Es más, me da la impresión de que también me evitan”. Dice vivir sorprendido por el resquemor que genera en muchos la sola mención de su nombre y asegura, sin titubear, que “soy el órgano más estigmatizado y perseguido de la historia, sobre todo en ciertas culturas, tal vez porque fui creado para cumplir con una única función: proporcionar placer”.
¿Por qué se llama así?
Mi nombre tiene origen en la palabra griega kleitoris, que significa “pequeña elevación”. Y déjeme decirle que aunque me llamo así desde que me conozco, durante diez siglos se ocultó mi existencia…
¿Y eso por qué?
Créame que durante la Edad Media, e incluso mucho más allá de la época moderna, hablar de mí se consideraba pecado. Entienda usted que habito en una parte del cuerpo femenino que aún hoy genera sonrojos.
¿Y cuál es la razón?
Empiezo por decirle que soy el único órgano humano que tiene como propósito exclusivo el de proporcionar placer. Si a eso sumamos que este placer está ligado a lo sexual y a la figura femenina, tan minimizada y oprimida durante tanto tiempo, pues ya se puede imaginar la que se arma cuando mi nombre sale a flote…
Pero con el pene pasa lo mismo…
No… Ni se le ocurra comparar. Del falo, que no es un órgano exclusivo para el placer (pues también tiene fines reproductivos), hasta se han levantado monumentos; su figura no es ajena para nadie. Si invita a alguien a que se imagine la figura de los dos órganos, la del pene viene a la mente de inmediato… Para la gente ni siquiera tengo forma.
Ya que estamos en éstas, ¿cómo es usted?
Muchas personas piensan que soy un pene pequeño, y aunque soy un vestigio de la formación de dicho órgano, están muy equivocados. Soy como una Y invertida de tejido eréctil (cuerpos cavernosos que se llenan de sangre cuando se estimulan). Mi tamaño varía, pero lo que se ve es una especie de glande que mide, en reposo, medio centímetro más o menos. En estado de erección puedo hasta triplicar mi tamaño.
¿Cómo así que erección?
Sí, señor, no se aterre. En ese centímetro escaso tengo ocho mil terminaciones nerviosas muy sensibles, más del doble de las que tiene el pene; el estímulo desencadena una serie de reacciones que hacen que estos cuerpos cavernosos se llenen de sangre, me aumenten el tamaño y multipliquen mi sensibilidad… No es para menos: estoy conectado con más de 15 mil terminaciones nerviosas en la región pélvica. Mejor dicho, soy la llave maestra de un complejo, pero maravilloso, mecanismo de placer… Y disculpe que me eche tantas flores.
A ver: usted es el vestigio de un pene, tiene nombre masculino, pero es ciento por ciento femenino. ¿Eso no le causa problemas de identidad?
(Risas) Todo lo contrario. Soy por antonomasia la identidad femenina, en todas las hembras mamíferas. Quizá por eso he sido tan estigmatizado.
¿Se siente perseguido?
Hoy no tanto, pero qué tal si le digo que da pena revisar los libros de anatomía de veinte años para atrás. Pensaban que yo no era sino la parte externa, lo que se ve, cuando en realidad soy diez veces más de lo que aparecía en las revistas médicas y algunos consultorios.
¿Qué tiene usted que ver con el orgasmo?
Le reitero que soy un órgano de placer y no exagero si le digo que soy responsable de por lo menos ocho de cada diez orgasmos. En lo demás intervienen otras partes del cuerpo, pero ese no es mi asunto.
Tengo una curiosidad: ¿Es cierto que los señores tienen orgasmos más rápido porque usted es demasiado exigente y pide mucho tiempo?
Veo, por su sonrojo, que no solo le ha pasado, sino que tampoco me conoce. Déjeme darle una cifra: si me tratan como se debe yo puedo responder en un lapso de uno a cuatro minutos. Lo noto incómodo, mejor pregunte otra cosa…
¿Es cierto que a usted también lo afecta la impotencia y que se deteriora con el tiempo?
Más que sonrojarse muérase de la envidia: crezco con el tiempo y en la menopausia puedo multiplicar mi tamaño. Y por esa razón soy responsable de que las señoras reporten desde esas edades un sexo glorioso, que deja a los hombres boquiabiertos.
Una mujer puede vivir sin usted…
Eso no es cierto. Que algunos salvajes piensen que como mi función es el placer hay que extirparme, para controlar, someter y limitar el derecho de las mujeres a sentir, no cambia la esencia de lo que es: una mutilación criminal, que las hace sufrir profundamente. Pero le cuento algo: esos que me cercenan tampoco me conocen y no logran sacarme del todo. Basta un poco de mí para cumplir con mi función, que es dar placer. Ahí sí que me esmero. Y lo digo con mucho orgullo.
¿Quiere decir algo más?
Sí: me aburre que hablen de mí sin conocerme; con esta entrevista no busco salir del clóset, sino que empecemos a hablar de una parte vital del cuerpo humano sin tanto tabú y sin tanto sonrojo. Y que me llamen a los cuatro vientos por mi nombre: ¡Clí-to-ris!

Fuente http://psicologiaypareja.blogspot.com.es/2013/10/entrevista-al-clitoris.html

Los Beneficios de dormir desnudos

Nunca te habías planteado que dormir desnuda, podría ser beneficioso para tu salud? Independientemente de la temperatura que haga nos hemos enterado que uno de los beneficios de dormir desnuda, trae grandes beneficios para nuestra salud mental, física y social.

1. Prevención de infecciones. Cuando el ambiente es cálido se vuelve más propensa la multiplicación de las bacterias, aumentando el riesgo de que podamos coger alguna infección. El beneficio de dormir desnuda hará que tu cuerpo se ventile mejor y se cree un clima más fresco y saludable, además de favorecer la circulación de la sangre.
2. Sensación de bienestar. La sensación de sentirse sexy está muy ligada a la hora de dormir desnuda. Las hormonas se regeneran en un ambiente de menor temperatura, y tu cuerpo se verá y sentirá mucho más atractivo. Lo que ayudará a que tus beneficios de dormir sean de mayor calidad.
3. Perder grasa abdominal. Tu nivel de stress se reducirá notablemente al dormir desnuda, dormirás mejor, lo que generará una disminución de la ansiedad que te hace comer en exceso. El mal dormir viene siempre acompañado por unas grandes sensaciones de engullir comida alta en calorías.
4. Aumento de la autoestima. El contacto con las sábanas sabe mucho más rico y hará que te gustes a ti misma mucho más. Aumentará la confianza en tu cuerpo y por ende aumentará tu autoestima. Tu cuerpo se encuentra en armonía consigo mismo e incita al deseo.
5. Vida sexual activa. Si duermes acompañada, aumentan las posibilidades de que pase algo más que sólo dormir. Ya que dentro de los beneficios de dormir desnuda se da que la libido aumenta. Al dormir desnuda junto a tu pareja, los contactos casuales de la noche hacen que descubras nuevas experiencias sexuales, y nuevas químicas.
También existen algunas desventajas, por ejemplo si hace mucho frío podrías resfriarte, para evitarlo debes tener a la mano muchas cobijas calentitas y suaves. Otro aspecto que puede cambiar los beneficios de dormir desnuda por un problema es que puede darse una emergencia y tengas que salir corriendo de tu cama. Por ejemplo, si tiembla en la noche. Así  que te recomendamos que tengas cerca de tu cama una bata o algo que ponerte para cualquier emergencia.
Los beneficios de dormir son muchos para tu salud emocional y física, por hoy nos hemos centrado en los beneficios de dormir desnuda.

Fuente http://psicologiaypareja.blogspot.com.es/2014/03/dormir-desnuda-trae-muchos-beneficios.html